Estamos a jueves 26 de febrero y son las cuatro de la tarde en Francia cuando el segundo Vehículo Automatizado de Transferencia o ATV (por Automated Transfer Vehicle) de la Agencia Espacial Europea (ESA) se acerca a la Estación Espacial Internacional (ISS).  Su nombre es Johannes Kepler.
Los sistemas de guiado automático del módulo cumplen con su trabajo bajo la mirada atenta del centro de control de Tolosa, que es asistido por los centros de Houston y Moscú.
Esta nave espacial no tripulada se lanzó con un cohete Ariane 5 desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa. Tras ocho días de vuelo siguiendo una órbita de Hohmann y siendo controlado por el sistema GPS, el ATV ha cumplido con las cinco etapas previstas para la maniobra de anclaje: el acercamiento a diecinueve metros, el alineamiento con el módulo de servicio ruso, el acercamiento a once metros, la verificación del alineamiento, el anclaje en la estación y los enlaces requeridos.  
La misión Johan Kepler tiene diversos objetivos. Por un lado, aprovisionar a la Estación con 1,2 toneladas de material -alimentos, experimentos y carburante- que será transferido a ella a lo largo de los dos meses y medios de duración mínima de la estiba. Por otro lado, recoger los materiales que ya no son de utilidad en la Estación para que sean destruidos durante la reentrada en la atmósfera terrestre. Y parte del carburante restante en el ATV se utilizará para subir la Estación de altitud antes de separarse de ella. Esto es necesario porque los paneles solares de la ISS actúan como frenos provocándole una pérdida de unos 100 metros de altitud por día.

Créditos imagen:
 ATV Johannes Kepler en la maniobra de acercamiento a la Estación Espacial Internacional el 24 de febrero de 2011. (ESA)

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Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.

Un grupo internacional de astrónomos ha observado un disco de materia alrededor de la joven estrella Chamaeleontis (T Cha), situada en la constelación austral de  Chamaeleon. Este disco parece estar partido en dos con una parte anular cercana a la estrella y otra más alejada. En la hendidura entre ambas se ha podido ver un objeto astronómico que sería o bien una enana marrón o un planeta, en cualquiera de los dos casos el causante del espacio vacante en el disco. La importancia de este descubrimiento radica en que se podría estar asistiendo al proceso de formación de un sistema planetario como el nuestro. Se sabe que los planetas se originan en los discos de polvo y gas en torno a las estrellas, pero su formación es tan rápida que resulta complejo identificarlos durante este proceso.
Las observaciones de este estudio han sido realizadas con el Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral (ESO).

Créditos imagen:  
Visión de artista del disco presente alrededor de la estrella joven T Cha. En esta representación el disco interno desaparece en el brillo de la estrella. (ESO/L. Calçada)

Más información:
¿Formación planetaria en acción?

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Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.

El calor que sale de Júpiter

Ángel Gómez Roldán / 22-02-2011

Uno de los fenómenos recientes de la atmósfera de Júpiter que ha despertado el interés de los científicos ha sido la desaparición durante meses de una de sus habituales bandas nubosas, en concreto del llamado cinturón ecuatorial sur, o SEB en sus siglas en inglés. Este suceso, que se produce a intervalos irregulares, se cree que es debido a que cirros altos de amoníaco, de color claro, cubren la banda nubosa oscura, más profunda, haciéndola desaparecer. Se piensa que este ciclo tiene que ver con alguna alteración en los patrones de los vientos jovianos, pero se desconoce la causa del proceso.
Gracias a nuevas observaciones realizadas en la banda térmica de las 5 micras con el telescopio Keck-II de 10 m de diámetro en el Observatorio de Mauna Kea, Hawai, astrónomos de la Universidad de California en Berkeley han podido obtener imágenes con un detalle sin precedentes de la paulatina reaparición de la SEB. En la foto adjunta se muestra cómo la radiación térmica, procedente del interior del planeta y codificada en colores rojos y amarillos, asoma ya por huecos en la capa de nubes altas que todavía cubre al cinturón ecuatorial sur, lo que parece indicar que este celaje de cirros está en proceso de disolución. Estos datos ayudarán a los investigadores a determinar la causa del ciclo de desaparición y reaparición de la SEB, mejorando nuestro conocimiento de la meteorología de Júpiter.

Créditos imagen: El calor del interior de Júpiter aparece en colores rojos y amarillos en esta imagen tomada en la banda de 5 micras superpuesta a una fotografía en el infrarrojo cercano. (Mike Wong y Franck Marchis/Keck Observatory)

Más informaciónA New Light on Jupiter

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Ángel Gómez Roldán es Divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio, y director de la revista "AstronomíA".

La marca del golpe

Ángel Gómez Roldán / 18-02-2011

Como dijimos en esta sección hace unos días, la sonda Stardust-NExT sobrevoló con éxito el cometa Tempel 1 el pasado 15 de febrero obteniendo excelentes imágenes del núcleo cometario. Cuando se publicó la mencionada entrada de caos de actualidad, los datos estaban todavía llegando a la Tierra. Ahora, una vez recibidos y procesados, los científicos avanzan las primeras conclusiones.
La nave espacial se acercó a solo 178 km de distancia del Tempel 1, y obtuvo una secuencia de 72 imágenes de alta resolución del cometa (que pueden verse en la web de la misión) además de datos sobre la nube de polvo –la coma– que lo rodea. Lo que más se esperaba era poder ver el cráter causado por la sonda Deep Impact hace cinco años y medio. No pudo observarse entonces debido a la densa masa de polvo que se levantó en la colisión. Y, en efecto, en el punto de impacto, los investigadores han detectado un cráter muy deprimido de poco más de un centenar de metros de diámetro, con un pequeño montículo en su centro que interpretan como parte del material expulsado que volvió a caer. Esto, unido al escaso relieve del cráter, es una prueba –dicen los científicos de Stardust-NExT–, de que el núcleo del cometa es quebradizo y frágil. Las imágenes permiten comparar además cómo ha evolucionado la superficie del Tempel 1 en estos años. Algunos escarpes y depresiones han cambiado claramente, lo que da fe de la erosión efectuada por los chorros de gases y polvo del núcleo cometario. Los datos de telemetría enviados por la sonda tras su máximo acercamiento al cometa indican que ésta voló a través de “olas” disgregadas de partículas cometarias, registrándose una docena de impactos en su escudo protector que atravesaron al menos una de las capas del mismo.

Créditos imagen: La marca del golpe: a la izquierda, la zona del cometa Tempel 1 donde chocó el módulo de impacto de la sonda Deep Impact el 4 de julio de 2005; y a la derecha, la misma zona fotografiada por Stardust-NExT el 15 de febrero de 2011. Las flechas amarillas señalan el borde del cráter creado por la colisión, de unos 150 metros de diámetro. (NASA/JPL-Caltech/University of Maryland/Cornell)

Más información:
Web misión Stardust-NExT.
NASA Releases Images of Man-Made Crater on Comet
 

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Ángel Gómez Roldán es Divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio, y director de la revista "AstronomíA".

Trescientos mil millones de veces la masa del Sol, ésta es la cantidad de materia oscura que fue necesaria para la generación de galaxias como la nuestra, la Vía Láctea, en los comienzos del Universo. A esta conclusión ha llegado un grupo internacional de investigadores, con la participación del Instituto de Astrofísica de Canarias.
La materia oscura, que no ha podido ser jamás observada directamente por un telescopio, jugaría un rol determinante en la formación de las galaxias. Éstas se originaron a partir del colapso gravitatorio de nubes de gas hace miles de millones de años. La presencia de halos de materia oscura, con su capacidad para atraer materia, sería determinante para que el proceso ocurriera.
Este estudio, cuyas conclusiones han sido publicadas en el último número de la revista Nature, se ha realizado con observaciones del Telescopio Espacial Herschel, actualmente el más destacado en su categoría.

Créditos imagen:
El “Agujero de Lockman” observado por el instrumento SPIRE, a bordo de Herschel. Se trata de una zona indicada para la observación de las galaxias en el Universo distante por la ausencia de ruido de fondo que perturbe los datos astronómicos - ESA & SPIRE consortium & HerMES consortium

Más información:
Descubren la cantidad de materia oscura que se necesita para crear una galaxia como la Vía Láctea
Herschel quantifies the dark matter threshold for starburst galaxies

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Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.