La Tierra y sus vecinos se pasan la vida dando vueltas alrededor del Sol. También otras estrellas tienen planetas con la misma manía newtoniana de girar en torno a ellas. Son los planetas extrasolares o exoplanetas, como uno de los últimos descubiertos: TrES-1.
Imagínense un trozo de espacio absolutamente vacío: sin tormentas, sin planetas, sin gravedad, sin escaleras ni ascensores, sin luz, sin materia oscura, sin nada.
En el s. XVI, una nueva estrella muy brillante pareció surgir en el cielo. Resultó ser una supernova que, por lo que se acaba de descubrir, no estaba sola.
Naranja luminoso, rojo sangre, marrón oscuro y gris negro son los tonos que puede adquirir la Luna cuando se viste con el velo de la Tierra.
Estrellas visitantes, puesto que se invitan a ellas mismas sin complejos, aparecen en el cielo como si surgieran de la nada. Nada menos cierto.
Plutón, normalmente helado, se cruza en el camino de Neptuno, sin importarle ser el más pequeño, y se expone al Sol. Menor que los mayores satélites, podría no ser un planeta.