Abrió la puerta a uno de los grandes misterios astronómicos de todos los tiempos, la presencia de materia oscura en el Universo sólo detectable por su efecto gravitacional.
Ya en la antigua Grecia se acumulaba nieve que se comprimía en pozos para la formación de hielo, y en el Madrid del Siglo de Oro era habitual ver a los paseantes consumiendo helados y bebidas frías.
Amenábar, al mirar el cielo estrellado y viajar hacia atrás en el tiempo, se encontró con Hipatia y la pasión que esa mujer sentía por la filosofía y los planetas.
El actual Observatorio Astronómico de Sudáfrica fue fundado por los ingleses en 1820 con la intención de realizar medidas precisas de las estrellas del hemisferio sur como ayuda para la navegación.
Innumerables observadores se han obsesionado a lo largo de los siglos por su belleza y se han dedicado a atribuirles significados diversos, con mayor o menor rigor científico.
Se elevan para el estudio del Sol, la Tierra, el origen del Universo... Posicionar en altura los instrumentos científicos en un globo es una opción buena, bonita y barata.