Mark Kidger es Doctor por la Universidad de Londres. Actualmente trabaja como Científico de Soporte para la Comunidad del Herschel Space Observatory.
Los cometas, esas bolas de nieve sucia, no tienen buena prensa y han protagonizado miedos irracionales hasta hace bien poco. Estos días, la presencia de C/2001 Q4 (NEAT) y C/2002 T7 (LINEAR) en la misma zona del cielo, una coincidencia sorprendente, no parece despertar los mismos temores.
Los cometas no son portadores de buenas noticias.
Es cierto que desde hace miles de años se les relaciona con la llegada
de desgracias. En el siglo pasado, la visión de un cometa desde París
se consideró de mal augurio: poco después comenzó la Primera
Guerra Mundial, claro que la situación ya era tensa.
También provocan miedo.
En algunas zonas del mundo todavía hoy no ha desaparecido. Hace poco
más de treinta años, en 1970, durante una de las guerras entre
los países árabes e Israel, en marzo y abril se pudo observar
el cometa Bennett, que algunos soldados árabes tomaron por un arma israelí.
En 1910 el paso del cometa Halley, cuya cola se creía que iba a rozar
la Tierra, dio lugar a un gran mercado de remedios contra sus efectos perniciosos:
píldoras salvadoras, bombonas de oxígeno para no respirar sus
gases nocivos… Los estudios afirmaban que la cola del cometa tenía un alto contenido
de cianuro, un gas muy venenoso. Sin embargo, la cantidad de materia en la
cola de un cometa como el Halley es tan pequeña que no modifica la atmósfera
terrestre, de hecho no se detectó ningún cambio en ella.
El primer cometa del cual se tiene noticias apareció en el invierno
de 1159/1158 a.C. y se ha especulado con que fue el Halley.
Pero, ¿qué es exactamente un cometa?
Un cometa es una bola de nieve sucia, la mayor parte de agua, con un núcleo
tan negro como el carbón.
El único cometa cuya composición es bien conocida es el Halley
porque la sonda Giotto atravesó su atmósfera en 1986 y tomó muestras
de sus gases. Los análisis demostraron que su núcleo contiene
un 71% de hielo de agua, una parte importante de monóxido de carbono
y cantidades menores de dióxido de carbono, metano, amoníaco,
y otros gases congelados. La suciedad en el núcleo es una mezcla de
polvo, alquitrán y compuestos orgánicos.
El Halley produce dos lluvias de estrellas fugaces: las Eta Acuaridas, a finales
de abril-principios de mayo, y las Orionidas, a finales de octubre. Contando
los meteoros se calcula cuánta materia ha dejado ir, cuánta contiene
en total y las vueltas que ha dado alrededor del Sol.
¿Qué le ocurre a un cometa cuando se acerca al Sol?
Cuando su núcleo se calienta, sublima la atmósfera de gases y
aparece la llamada coma o cabellera. Al acercarse más al Sol, el viento
solar arrastra esos gases y forma la cola.
Aunque, exceptuando al Halley, se desconozca la composición exacta
de los cometas, se puede calcular fácilmente la cantidad de vapor de
agua que está emitiendo su núcleo, lo que se utiliza para estimar
su actividad, que es el ritmo de evaporación del agua. Cuando el cometa
Halley pasó por detrás del Sol emitía unas 100 toneladas/segundo
de agua. Con un tamaño de 15 km de largo por 8 de ancho, lleva realizadas
3.500 vueltas alrededor del Sol y le quedan otras tantas. Está en la
mitad de su vida.
Casi todos los cometas tienen algún tipo de cola, pero normalmente
es tan tenue que únicamente se observa con telescopios de gran tamaño.
En cometas relativamente grandes y que pasan cerca del Sol, como el Halley
o el Hale-Bopp, se puede ver. En el famoso cometa de 1811 la cola era tan extensa (de aproximadamente 600
millones de kilómetros de largo) que llegó hasta la órbita
de Júpiter.
¿De dónde proceden los cometas?
Hace unos años se creía que se originaban en la nube de Oort,
que está constituida por los restos de formación de los planetas
y envuelve el Sistema Solar. No se ha visto nunca y difícilmente puede
verse porque los cometas son tan pequeños que no pueden observarse con
telescopios desde la Tierra. Se sabe que existe porque muchos cometas “caen” desde
distancias de decenas de miles de Unidades Astronómicas, y que es esférica
porque estos cuerpos proceden de cualquier punto del cielo.
Sin embargo, recientemente se ha establecido que la mayoría de los
cometas, especialmente los de corto periodo, proceden del cinturón de
Kuiper, situado más allá de Neptuno. En los orígenes del
Sistema Solar, no había suficiente material en esa zona para formar
planetas y se acumuló lentamente dando lugar a este cinturón.
Allí los cometas permanecen congelados e inactivos hasta que una
fuerza los moviliza. Cuando los vemos, normalmente ya han dado algunas vueltas
al Sol.
Se piensa que la mayoría de los cometas debieron formarse a la distancia
a la que hoy están Júpiter, Saturno, Urano… Después
fueron esparcidos por la fuerza de gravedad de los planetas gigantes (Júpiter
y Saturno sobre todo) hasta dar lugar al cinturón de Kuiper y la nube
de Oort, que suman miles de millones de cometas entre ambos.
¿Cómo se comportan los cometas de la nube de Oort?
Los cometas procedentes de la nube de Oort, que suelen ser de período
largo, pueden tardar en dar una vuelta cientos de miles o incluso millones
de años. Están sujetos de un modo tenue por la fuerza de gravedad
del Sol, de modo que pueden escapar muy fácilmente del Sistema Solar.
Probablemente los cometas que vemos por primera vez, como en estos momentos
el C/2001 Q4 (NEAT)y el C/2002 T7 (LINEAR), fueron expulsados en el origen del
Sistema Solar hacia la nube de Oort y han estado dando vueltas allí durante
casi 5.000 millones de años, totalmente inactivos, hasta que caen hacia
el Sol.
Esto puede ser provocado por el paso de una estrella cerca del Sistema Solar.
También puede ocurrir que los cometas más alejados sean más
atraídos por la fuerza de la gravedad de estrellas cercanas, como Sirius,
que por el Sol. Asimismo, algunos de los cometas que vemos podrían proceder
de otras estrellas.
A lo largo de décadas se ha observado un rastro de cometas cayendo
hacia el Sol, más o menos desde la misma dirección en el espacio.
Parece mostrar la existencia de un planeta desconocido en la nube de Oort,
posiblemente varias veces el tamaño de Júpiter, que está mandando
los cometas de la nube de Oort al centro del Sistema Solar.
¿Qué particularidad presentan los cometas C/2001 Q4 (NEAT)
y C/2002 T7 (LINEAR)?
Un cometa visible a simple vista suele aparecer aproximadamente cada tres
años. Ver dos cometas simultáneamente sin la ayuda de instrumentos
es muy inusual. La última vez fue en 1861, pero los cometas se observaron
en hemisferios del cielo distintos. Esta vez ambos se están viendo en
la misma zona del cielo al atardecer: hacia el suroeste está el cometa
C/2002 T7 (LINEAR) y hacia el noroeste está el cometa C/2001 Q4 (NEAT).
Hay que darse prisa para poder verlos, ya que la Luna creciente interferirá en
su observación.
El C/2001 Q4 (NEAT) empezó a verse relativamente bien hace unas semanas.
Tuvo su paso más próximo a la Tierra a finales de la primera
semana de mayo y días después lo hizo cerca del Sol. Todavía
es visible, pero cada vez se debilita más.
El C/2002 T7 (LINEAR) presentó su máximo brillo el viernes pasado:
estaba a sólo 40 millones de kilómetros de la Tierra, cien veces
la distancia a la Luna. Para un cometa es muy cerca, más que el Halley
en 1986. Se distingue muy fácilmente, aunque su cola no es muy brillante.
Ambos están realizando su primer paso por el Sol. Los dos tienen órbitas
hiperbólicas, órbitas abiertas. Es la primera y última
vez que los vemos, jamás regresarán. La fuerza de gravedad de
Júpiter los va a expulsar del Sistema Solar. En un futuro podrían
ser captados por otra estrella y ser cometas de otro sistema estelar.
Simulación del paso de un cometa cerca de la Tierra. Detalle de la sublimación de ...
Posición de los cometas LINEAR y NEAT en el cielo
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...Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.
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