La altura verdadera del polo celeste (α), medida respecto al horizonte geométrico, es igual a la latitud de la observación (φ).
Los errores cometidos eran debidos fundamentalmente a tres causas:
1.- La posición de la estrella polar no coincide con la del polo celeste (error que se trataba de solucionar con las reglas del “Regimiento del Norte”¨),
2.- En aquel momento se desconocían las correcciones a aplicar a las alturas observadas respecto al horizonte de la mar para transformarlas en verdaderas,
3.- La precisión de los instrumentos.
Animación aparecida en el artículo Navegando con las estrellas: del arte a la ciencia
Fecha de publicación: 31-03-2011