Comentarios al artículo Nebulosas planetarias y nebulosas simbióticas: guía para perplejos

Javier O. | 28/10/2008
 

Estupendo y entretenido artículo. Muy ilustrativo y ameno.

Javier FR | 28/10/2008
 

Me ha parecido un artículo muy bueno y escrito de una manera desenfadada. Por cierto, ¿cual es la diferencia entre una Nova y la enana blanca que digiere parcialmente materia de su compañera roja del artículo? ¿El Sol llegará hasta el Carbono en su vida estelar o se quedará solo en Helio? Un saludo.

Juanjo | 28/10/2008
 

Ameno claro e instructivo. Un artículo estupendo.

Héctor C. | 29/10/2008
 

Estupendo artículo. Didáctico y ameno. Puedo entenderlo y aprender, aún con mi limitado nivel de estudios. Muchas gracias.

Karina | 29/10/2008
 

De acuerdo con las críticas anteriores. Muy explicativo el artículo. Es bueno saber que hay gente que además de investigar se da el tiempo para comunicar y enseñar. Como decía: no lo sabemos todo, pero siempre se aprende algo nuevo en el camino. Gracias.

Miguel Santander García | 29/10/2008
 

Gracias por las críticas, son todo un estímulo para seguir escribiendo divulgación. A Javier FR: la principal diferencia entre una nova clásica y una estrella simbiótica es que en las primeras, la enana blanca y su compañera están mucho más cerca, de manera que dan una vuelta cada pocas horas o incluso cada pocos días. Así, la enana blanca es capaz de deformar gravitacionalmente a su compañera, que generalmente se trata de una gigante fría, o de estrella en la secuencia principal, como el Sol.

Miguel Santander García | 29/10/2008
 

Sigo con el comentario anterior: En cambio, las estrellas simbióticas están mucho más lejos, tanto como el Sol de Plutón: de todos los sistemas binarios en los que una estrella dona materia a su compañera, las estrellas simbióticas son las más lejanas entre sí. Así, al estudiar las nebulosas que forman algunas, no tenemos que preocuparnos de fenómenos físicos como las fuerzas de fricción o las mareas que afectan a sistemas más cercanos, como las novas.

Miguel Santander García | 29/10/2008
 

Y termino: En cuanto al Sol, según los modelos actuales de evolución estelar, tras la secuencia principal y su paso a gigante roja, adquirirá suficiente temperatura en su núcleo para "quemar" Helio y producir Carbono y Oxígeno, que se irán depositando en su núcleo, al ser más pesados. Sin embargo, ahí se quedará: la temperatura nunca será suficiente como para "quemar" estos elementos para producir otros más pesados.

Bora | 29/10/2008
 

Muy entretenido Miguel. Por cierto, será curiosa la destrucción del sol, pena que sólo seamos fósiles y no podamos contemplar su majestuosidad.

Javier FR | 30/10/2008
 

Gracias por la aclaración. Si queda Carbono, en algún lugar de esa enana blanca habrá suficiente Temperatura y Presión como para formar diamante ¿no? En alguna revista he leído sobre esa posibilidad Una salida a la crisis ;-)) Me gustaría ver una estrella o resto hecho de diamante!!!!!

Pedro GL | 12/11/2008
 

Muy bueno, Miguel. Estupendo articulo de divulgacion. Saludos desde ESAC.

julian alvarez santullano | 19/11/2011
 

Podría haber otra interpretación.-Lo que se ve, en el aspecto de bipolaridad, es una estrella en formación, o incluso un sistema binario en formación, pues la violencia y extraordinaria energía del proceso, se da, siempre, en las etapas primarias de la formación de estrellas.-

Miguel Santander | 21/11/2011
 

Interesante idea, Julián. De hecho, las estrellas en formación suelen tener flujos de gas marcadamente bipolar. Y si son muy masivas, forman complejas nebulosas bipolares, como Eta Carina, cuya forma es muy similar a la de las nebulosas planetarias y simbióticas. De hecho, los procesos de formación -violentos en ambos casos, aunque en uno más que en otro- podrían ser similares, y es necesario estudiar ambos para poder resolver el problema. Hoy en día, sin embargo, los datos observacionales (el espectro de las estrellas, principalmente), nos permiten distinguir perfectamente una estrella en formación de una estrella agonizante, al igual que nos permiten distinguir entre una estrella muy masiva y otra modesta, como el Sol. Las nebulosas planetarias son viejas y poco masivas y, por lo que vamos descubriendo últimamente (desde el artículo) es que la presencia de una estrella compañera podría en efecto tener mucho que ver para formar nebulosas bipolares.