Descubierta por el astrónomo inglés William Herschel en 1784, la galaxia espiral NGC 1187 transmite una falsa sensación de tranquilidad a sesenta millones de años luz, la distancia a la que se encuentra de nosotros, en esta bella imagen en la que se distinguen bien sus brazos espirales llenos de gas y polvo, cuyos tonos azules son debidos a las estrellas jóvenes presentes.
Las apariencias engañan, una vez más, pues desde los años ochenta esta galaxia ha experimentado dos explosiones de supernova, que son eventos extremadamente violentos que tienen lugar al final de la vida de las estrellas masivas cuando ya no se “aguantan” a sí mismas tras agotar todo su combustible.
Imagen: La galaxia NGC1187 se encuentra en la constelación de Eridanus. Esta imagen, la más detallada obtenida hasta el momento de este cuerpo, ha sido realizada por el Very Large Telescope, Observatorio de Paranal (Chile).
Créditos imagen: ESO
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Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.