La respuesta a esta pregunta, que ponía título a una conocida película de Icíar Bollaín, es “no” para las estrellas masivas, muy calientes y brillantes. Ésta es la conclusión a la que ha llegado un estudio realizado con observaciones del VLT (Very Large Telescope), perteneciente al Observatorio Europeo Austral (ESO) y sito en Chile.
Se pensaba que este tipo de estrellas, motor de cambio y evolución de las galaxias en las que se encuentran, eran algo más individualistas, pero la gran mayoría (más del 75%) tiene una compañera y muchas de estas “parejas” interaccionan pasándose masa entre ellas y, en algunos casos, acaban fusionándose y dando lugar a una única estrella.
Sin duda estos objetos astronómicos, llamados “estrellas de tipo O”, cuya vida es además corta y violenta, podrían utilizarse como metáfora de un amor pasional y destructivo. Con ustedes los romeos y julietas estelares.
Imagen: Visión de artista de dos estrellas “en pareja” entre las que hay una transferencia de masa.
Créditos imagen: ESO/M. Kornmesser/S.E. de Mink
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Las estrellas más brillantes no viven solas
Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.