Una estrella que deja huella

Ángel Gómez Roldán / 25-01-2011

Zeta Ophiuchi es la tercera estrella más brillante de la constelación de Ofiuco. Con una magnitud de 2,5es claramente visible a simple vista. Si no se encontrara inmersa en unas densas nubes de polvo intergaláctico sería una de las estrellas más brillantes de todo el cielo. Situada  a unos 500 años luz de distancia, esta supergigante azul, veinte veces más masiva que nuestro Sol, formó parte de un sistema binario con otra estrella que explotó como supernova, como consecuencia salió despedida como una bala, moviéndose en la actualidad  a más de 24 kilómetros por segundo.
Este veloz desplazamiento se ve reflejado en esta imagen infrarroja tomada por el satélite WISE, en la que se aprecia como Zeta Ophiuchi, cuyo movimiento en la fotografía es hacia arriba a la izquierda, va creando una onda de choque en las nubes de gas y polvo que la circundan. Los potentes vientos estelares emitidos por la joven y caliente estrella azul, junto con el movimiento de la propia estrella, hacen que la onda de choque se comprima y brille en el infrarrojo. En la imagen semeja las olas cortadas por la proa de un barco.

Créditos imagen: El rápido movimiento y la potente radiación de la estrella Zeta Ophiuchi, de color azul y justo debajo del arco amarillo de la imagen, son los que están creando esa llamativa onda de choque en el polvo interestelar. (NASA/JPL-Caltech/UCLA)

Más información: Runaway Star Plows Through Space

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El autor

Ángel Gómez Roldán es Divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio, y director de la revista "AstronomíA".