Después de más de 33 años de viaje y unos 17.000 millones de kilómetros recorridos, la venerable sonda espacial Voyager 1, que visitó los planetas Júpiter y Saturno en 1979 y 1980, está mandando datos que parecen confirmar que está llegando a la frontera de nuestro Sistema Solar. Según informa la NASA, la Voyager 1 ha entrado en una región del espacio donde la velocidad del viento solar, la emisión de partículas cargadas emitidas por el Sol, ha disminuido prácticamente a cero. En el año 2007, la velocidad del viento solar registrada por los instrumentos de la sonda era del orden de los 210.000 km/h. Desde entonces y hasta ahora, esta velocidad ha ido disminuyendo paulatinamente a razón de unos 72.000 km/h al año. Así, el pasado mes de junio de 2010, la velocidad del viento solar registrada ya era casi nula. Los investigadores han continuado las medidas durante varios meses para corroborar el fenómeno, seguramente debido a que el viento interestelar es ya lo suficientemente potente como para frenar la emisión de partículas del lejano Sol. Se estima que en apenas tres o cuatro años más, la Voyager 1 –que sigue moviéndose a más de 60.000 km/h– cruzará la heliopausa, el límite de la influencia del Sol en el medio interestelar, y se adentrará en el auténtico espacio entre las estrellas.
Créditos imagen: Impresión artística de la sonda interplanetaria –ya “casi” interestelar– Voyager 1. (NASA)
Más información:
NASA's Voyager 1 Spacecraft Nearing Edge of the Solar System
Ángel Gómez Roldán es Divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio, y director de la revista "AstronomíA".