La física moderna acaba de anunciar el nacimiento de su último retoño. Investigadores de la Universidad de Bonn han conseguido fabricar un superfotón o, dicho de un modo más científico, un condensado de Bose-Einstein con fotones. Un condensado se forma cuando se enfrían y condensan lo bastante partículas idénticas. Entonces se comportan como una única partícula cuántica.
En teoría es factible obtener un condensado partiendo de cualquier partícula, masiva o no, que pertenezca a la familia de los bosones (la misma que la de los fotones). El primer condensado gaseoso se consiguió en 1995 con miles de átomos de rubidio enfriados a 10nK. Fue obra de Eric Cornell y Carl Wieman, lo que les valió el Premio Nobel de Física en 2001. Sin embargo, obtener un condensado de fotones presenta una dificultad extra: los fotones tienen tendencia a desaparecer a baja temperatura.
El equipo de Weitz ha conseguido superar este problema gracias a un proceso de dos etapas. En un conjunto de espejos muy reflectantes se sitúan moléculas de colorante en suspensión, y éstas colisionan puntualmente con los fotones que se desplazan entre los espejos. Cuando esto ocurre, los fotones liberan una pequeña cantidad de energía enfriándose. Seguidamente, la solución es estimulada con un láser para aumentar la concentración de fotones sin cambiar la temperatura: así nace un superfotón.
Créditos imagen: Jan Klärs, Julian Schmitt, Frank Vewinger y el Prof. Martin Weitz alrededor de su superfotón.- Volker Lannert
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Des physiciens de Bonn créent un "super-photon“
Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.