Buckminsterfulerenos en el espacio interestelar

Ángel Gómez Roldán / 31-08-2010

 

Buckmins… ¿qué? Con ese impronunciable nombre es como se conocen unas moléculas con 60 átomos de carbono y que adoptan la forma de un poliedro convexo con caras pentagonales y hexagonales; es decir, como un balón de fútbol. El nombre de marras viene dado por el parecido de la molécula con las estructuras geodésicas construidas por el arquitecto Richard Buckminster Fuller.
Estas moléculas, descubiertas en un laboratorio a finales del siglo pasado, están siendo muy estudiadas por sus aplicaciones en nanotecnología, electrónica, medicina y ciencias de los materiales, entre otras, pero apenas se las había observado en la naturaleza, y nunca fuera de nuestro planeta.
Por ello, la noticia de que un equipo de astrónomos, usando el Telescopio Espacial Spitzer, ha encontrado que un tanto por ciento del carbono de la nube de polvo que rodea a una nebulosa planetaria contiene buckminsterfulerenos ha sido toda una sorpresa.
El hallazgo muestra que estas moléculas complejas pueden existir en el espacio. Uno de los investigadores que ha participado en el estudio, de la universidad canadiense de Ontario Occidental, afirma que es particularmente relevante debido a que los fulerenos poseen propiedades únicas que los hacen jugar un papel importante en todo tipo de procesos físico-químicos que tienen lugar en el espacio interestelar, y que hasta ahora se desconocían.
 
Créditos imagen:

Impresión artística de las moléculas de buckminsterfulerenos y una nebulosa planetaria. (NASA/JPL-Caltech)

Más información:

NASA Telescope Finds Elusive Buckyballs in Space for First Time

 

 

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El autor

Ángel Gómez Roldán es Divulgador científico especializado en astronomía y ciencias del espacio, y director de la revista "AstronomíA".