Cuando las misiones espaciales aparecen en los medios de comunicación por su lanzamiento, ya han realizado parte de una larguísima carrera de obstáculos que culminará, si todo va bien, en un funcionamiento exitoso de sus instrumentos una vez en operación y en la recuperación y análisis de los datos. Y, si es posible, en un descubrimiento que amplíe el concepto de Universo para el ser humano.
La primera parte de esta carrera de obstáculos incluye ser seleccionada entre otras muchas misiones para tener derecho a existir. En la decisión influyen muchos factores, por supuesto temas de presupuesto pero también de excelencia científica y de disciplina de investigación. En la ciencia también hay modas, y ahora una de las que se llevan más es la búsqueda de planetas extrasolares, con la pretensión de encontrar uno que se asemeje al máximo a la Tierra y que, por tanto, pudiera eventualmente acoger vida.
La Agencia Europea del Espacio (ESA) ha escogido, entre 52 propuestas, las tres siguientes misiones: Euclid, PLATO (PLAnetary Transits and Oscillations of stars) y Solar Orbiter, destinadas, respectivamente, a indagar en la energía oscura, la presencia de planetas con condiciones de habitabilidad en torno a otras estrellas y la naturaleza del Sol, nuestra estrella. De momento, pues muy probablemente sólo dos de ellas serán efectivamente lanzadas, como pronto en 2017.
Créditos imagen:
El programa Cosmic Vision de la Agencia Europea del Espacio (ESA) - ESA
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ESA chooses three scientific missions for further study
Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.