Un sentimiento de intensa alegría, y también de alivio, ha inundado como un torrente esta mañana el Centro Espacial Esrange (Suecia) tras el lanzamiento del experimento Sunrise poco antes de las ocho y media de la mañana.
Habían transcurrido doce horas desde el comienzo de las operaciones y el cansancio en los científicos ha desaparecido inmediatamente al ver como el imponente globo estratosférico se alzaba en posición vertical tras dos horas de inflado con helio, y poco después abandonaba el suelo llevándose con él la barquilla en la que viajan los instrumentos. Ésta había esperado pacientemente el momento sostenida por una enorme grúa diseñada especialmente para ello.
La ascensión de Sunrise ha sido prácticamente en línea recta. Las cabezas se inclinaban cada vez más hacia atrás para intentar seguir el globo en su camino, pero un cielo parcialmente nublado lo ha escondido cuando se veía del tamaño de un globo de niño. Nada más lejos de la realidad, al alcanzar los 40 km de altura tres horas más tarde su tamaño equivalía al de tres aviones jumbo
En su barquilla viajan instrumentos científicos para el estudio del magnetismo solar. Por ello, no cesan nunca de mirar hacia la estrella, lo que es posible gracias a la latitud a la que se desplaza, por encima del círculo polar ártico, donde en estas fechas tiene lugar el fenómeno del Sol de medianoche. En pocos días, llegará al continente americano, y allí su carga útil caerá en paracaídas en Alaska o Canadá.
Créditos imagen: El globo de Sunrise es inflado con helio en el Centro Espacial Esrange antes del lanzamiento - Daniel Duch/La Vanguardia
Más información:
Sunrise abandona la Tierra para ver mejor el Sol www.iac.es/divulgacion.php?op1=16&id=586
“Sunrise”, una aventura polar
www.elpais.com/articulo/sociedad/Sunrise/aventura/polar/elpepusoc/20090607elpepusoc_1/Tes
Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.