Una vieja técnica, desarrollada en la antigua China 2.000 años antes de Cristo y utilizada en construcciones emblemáticas como la Alhambra de Granada o la Gran Muralla podría recuperarse como método de construcción “verde”. Utiliza un material mezcla de arena, grava y arcilla cuya resistencia, según afirma una investigación realizada en la Escuela de Ingeniería de Durham, depende de la poca cantidad de agua que contiene. Se estudia como una alternativa al cemento, el uso del cual libera una cantidad significativa de CO2 a la atmósfera, con la ventaja añadida de que los materiales son de fácil obtención local reduciendo la necesidad de transporte.
Créditos imagen: Alhambra de Granada (España), construida en el año 1238 - Paul Jaquin/Durham University
Más información:
Durham University www.dur.ac.uk/news
Annia Domènech es Licenciada en Biología y Periodismo. Periodista científico responsable de la publicación caosyciencia.